miércoles, 14 de marzo de 2012

Llamadas I

Suena el teléfono, nadie se levanta a descolgar; es desesperante. Finalmente me levanto y lo cojo. - ¿Sí? - Alex, en media hora te veo bajo el reloj. Contestó la enlatada voz tras el auricular, con un tono un tanto siniestro. Miré a mi alrededor y nadie en toda la cafetería parecía haber escuchado el sonido estridente de la cabina telefónica. Casi a voz en grito pregunté si había alguien llamado Alex allí, pero nadie contestó; al parecer yo era la única persona con ese nombre en ese lugar. Terminé mi té, cerré mi libro, pagué la cuenta y me puse en camino hacia el reloj. Algo me hizo girar y mirar por el ventanal de la antigua cafetería. Todo en su interior estaba cubierto de polvo y parecía que no se hubiese abierto en años. Apreté fuerte las asas de la mochila y dispersé todos los pensamientos que me asaltaban. Volví a echar un vistazo y allí estaba Jeff con su uniforme blanco, su pajarita y la bandeja llena de cafés para los clientes. Sonreí para mis adentros y continué la marcha. Ya había pasado casi una hora bajo el reloj cuando me disponía a irme y sonó la cabina que había junto a la puerta del ayuntamiento. De nuevo la gente parecía no escuchar su insistente soniquete. La miré fijamente, respiré bien hondo y descolgué. - ¿Sí? - Alex, llegas tarde, deja de embobarte con tus absurdos pensamientos. Sabes que no me gusta esperar. - ¿Quién es? Sólo se escuchó una risa entre burlona y siniestra y el bip-bip-bip de haber colgado. Busqué con la mirada desencajada a alguien en otra cabina cercana que riese. Un escalofrío me recorrió de arriba a abajo. No reía nadie cerca de ninguna cabina, ni siquiera de la que yo acababa de colgar, porque no había ninguna cabina, tampoco estaban los bancos frente al cenador dónde tocaba la banda en los días de fiesta, en su lugar había una estatua de alguien. Sacudí la cabeza y cerré los ojos mientras pensaba en ir al médico en lugar de a casa. Un fuerte bocinazo me sacó de mis pensamientos. Coches. ¿Coches en la plaza? Di un salto hacia atrás y casi me llevo a una señora con su bebé; a su voz de ¡Oiga!, giré. No estaban los coches, ni la estatua; volvían a estar los bancos, el kiosko y las cabinas. Agarré con fuerza la mochila y corrí hasta casa. Licencia de Creative Commons
Llamadas I by Almudena Lechón Gómez (Mamu L. G.) is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.

6 comentarios:

  1. Me na mieno. Maía no guhta felétono raro.

    Ahora me tienes con la intriga, mala pécora.

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  2. Para que veas lo que se siente muahahahahhaahahha!!! Intento terminar lo siguiente y colgarlo rapidito y ya de paso editaré este que me estoy dando cuenta de algunos fallinos (además de los párrafos...)fale??

    Bueno cari, te veo esta tarde.

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  3. y cambia el fondo del blog, es mortal pa la vista (ahora lo veo todo rojo con rallas blancas) :-(

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  4. No queerooooo me busta en negro jooop. Si algún día lee esto más gente igual lo cambio pero para leerlo María, Clara, tu y yo...

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  5. Toma ya. Si lo lee más gente, lo cambio; vosotras, que sois mis amigas, os jodéis y os dejáis los ojos aquí. Con un par.
    Menos mal que te queremos...

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  6. ^^ Ya sabes que soy así... además si no fuese como soy no me querríais tanto :P

    Pero bueno, un día nos sentamos y lo miramos ¿vale? De momento estoy en seguir con la parte II de esto y en corregir este, que aún no me he puesto con los párrafos y demás u_u (pido disculpas por todo lo que no os buste male?) :D

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